Nuestro día a día combinado con el trabajo, el hogar, la universidad, y todo lo que nos rodea esta logrando cambiar nuestra mente y desenfocarnos de lo realmente importante, es decir, de nosotros mismos. Por ello en esta ocasión quiero compartir una serie de consejos que nos permita mejorar esa parte física y emocional que todos tenemos.
No podemos pretender ir por el mundo haciendo mil cosas y pasar por desapercibidas nuestras necesidades internas y externas y con ello hago referencia a los cuidados del cuerpo y de la mente, porque finalmente ellas nos mantienen vivos todos los días y por ellas podemos ser funcionales en cualquier lugar por lo tanto merecen de tiempo, de consentimiento y amor.
El cuidado del cuerpo y de la mente son cada vez más imprescindibles si realmente queremos disfrutar plenamente de buena salud a todos los niveles. En este mundo de prisas en el que estamos inmersos hemos de parar y tomar consciencia de nuestro equilibrio físico y emocional. Algunos aspectos básicos son:
-Cuidar nuestra dieta o nutrición:
Es sin duda alguna de las prioridades para nuestro organismo. Escoger una dieta equilibrada, lo mas variada posible y que se amolde a nuestro clima, a nuestra constitución física y a nuestras necesidades nutricionales según nuestra actividad o requerimientos concretos.
-El cuidado del cuerpo relacionado con la actividad física
El hecho de que nuestro trabajo sea cada vez mas sedentario y que nos desplacemos a todo lado en automóvil u otro medio de transporte hace que la mayoría de las personas necesitan practicar una actividad física extra como el deporte. La necesidad de descargar el estrés y estirar nuestros músculos hace, por suerte, que la gente vuelva a interesarse por el ejercicio físico.
-Descansar lo necesario
Parar de vez en cuando y simplemente no hacer nada es muy importante. La típica siesta española es un claro ejemplo de un remedio natural gratuito y de grandisima eficacia para nuestro cuerpo y mente. Dormir las horas adecuadas es básico si queremos sentirnos recargados de energía al despertar por la mañana.
-Aprender a escuchar a nuestro cuerpo
Cuando tenemos algún dolor, alguna enfermedad o nos sentimos mal debemos pararnos e intentar escuchar que es lo qué nuestro cuerpo trata de decirnos. A menudo quiere decirnos que no estamos descansando lo suficiente, que estamos tomando demasiados excitantes (café, alcohol, etc.) o que estamos comiendo de una manera desordenada o desequilibrada. Una vez interpretado el mensaje deberíamos decirle que no hace falta que se enferme, que ya vamos a corregir ese «desajuste». Un masaje, una siesta o una cena muy ligera pueden hacer un buen regalo para este cuerpo tan sufrido.
-Necesidad de relajarnos
El deporte es sin duda una buena fuente de descarga del estrés, pero aquella persona que siente que necesita aun mas cuidado del cuerpo ( especialmente su sistema nervioso) puede encontrar ayuda en alguna de las muchas técnicas de la relajación que hay hoy en día (Yoga, taishi, Sofrologia, Método silva, visualizaciones, etc).
-Sanar las emociones
La gente interesada en el cuidado del cuerpo ya sabe que sanar las emociones es quizás lo mas importante ya que es uno de los alimentos que mas nos nutren… O nos envenena. Es muy importante, de vez en cuando, hacer balance de nuestras emociones e intentar resolver esos temas que tenemos pendientes con familiares, amigos, compañeros de trabajo o vecinos. La culpabilidad, la ira o el rencor son casi siempre un peso que nos impide caminar o avanzar en la vida. Compartir mas tiempo con amigos y familia nos hace sentir mas queridos y disfrutar también de la posibilidad de poder expresarles a ellos lo que sentimos por ellos. No es suficiente sentirlo, al igual que a nosotros a los demás también les gusta oír que ellos también son especiales para nosotros.
-Alimentar nuestro espíritu
Levantarnos y respirar profundamente dando gracias por el nuevo día puede ser un modo bien simple de empezar la jornada con una mejor motivación. Es muy importante cultivar nuestro crecimiento interior tratando de ser mejores cada día. Sentir que somos parte del planeta y del mismo equipo que el resto de la humanidad. Tener una visión más amplia del concepto de familia y tratar a los demás como nos gustaria ser tratados nosotros mismos.