Científicamente, naciste mujer porque de los 46 cromosomas que tiene un persona, los dos que determinaron tu sexo fueron femeninos (XX) lo que definió que debías ser mujer, teniendo en cuenta que el verdadero responsable de que hayas sido mujer fue tu papá, pues el aportó el segundo cromosoma X que le faltaba a la fecundación.
A ciencia cierta, podríamos decir que es una cosa de azar, pues nadie tiene claridad de si fecundara a un niño o a una niña, cada espermatozoide lleva una información diferente, y mientras que los que llevan X son los más grandes, más fuertes, más lentos y más resistentes en condiciones moderadamente adversas o ácidas, los Y son más rápidos, pequeños y débiles, tanto que llegan primero pero mueren antes, lo que no permite la fecundación. Es cosa de suerte.
Con lo anterior, ya sabes que científicamente fuiste el resultado de un juego de la naturaleza y el destino, ese destino que tenía tanto preparado para ti desde mucho antes de que nacieras que hizo que fueras una tierna, alegre, tolerante, amorosa y hermosa mujer.
Tuviste que ser mujer para llevarle a tu padre la alegría de escuchar el primer Te Amo sincero y puro por parte de una pequeña damita, porque debías ser la princesa de la casa, porque te correspondía ser la mejor amiga de tu madre; tuviste que ser mujer para darle el placer a mamá de peinar tu lindo cabello antes de ir a la escuela y de verte dulce bailando con un tutú.
Tuviste que ser mujer para enfrentar esa horrible enemiga llamada menstruación, porque nadie como tú podría soportar ver cambiar tanto su cuerpo, nadie sabría más como llevar al límite del amor sus sentimientos, por eso, por eso tuviste que ser mujer.
Tuviste que ser mujer porque el destino decidió que eras la indicada para ser mamá, nadie como tu para dar a luz a una nueva vida, para cuidarla, entenderla y orientarla a ser cada día mejor. Finalmente tuviste que ser mujer para afrontar uno a uno los obstáculos que se te presentan cada día, porque Dios te hizo mujer no por debilidad, sino para demostrarle al mundo que tienes la fortaleza, la inteligencia y el amor para ser y enseñar a otros lo que realmente significa ser lo que tu eres… Mujer.
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