Por estos días, vemos como las calles de nuestras ciudades se visten de luces y color para darle la bienvenida a la época más alegre del año, la navidad; época que no dura solo un mes, sino que abarca mitad de noviembre, diciembre y casi hasta el 8 de enero, cuando terminan las vacaciones de fin de año. Pero bien, el día de hoy lo que realmente quiero contarles es acerca del 7 de diciembre, que es la tradición especialmente colombiana de festejar la llamada «noche de las velitas».
Se celebra en vísperas del día de la inmaculada concepción y se hace como una tradición en familia, en donde todos los hogares del vecindario adornan sus casas no sólo con luz artificial, sino que también lo hacen con faroles, banderas alusivas a la virgen y por supuesto con velas.
Las abuelas argumentan que todo este rito, si se puede llamar así, es para darle la bienvenida a la virgen de la inmaculada concepción, quién según ellas pasa por cada uno de los hogares el 8 de diciembre, y se queda en aquellos que le hayan rendido tributo encendiendo la luz de las velas el día anterior.
Para este 2015 es recomendable pasar todas las fiestas en familia, pero principalmente ésta, ya que con ella se marca el inicio de la verdadera navidad.
Aún sin saber realmente su significado, esta fecha se torna muy amena para los niños, quienes disfrutan de ver la iluminación de su cuadra y en ocasiones se atreven a participar de ello, sin reparo alguno de que pueden salir lastimados…
Chicas y chicos, realmente la navidad es para disfrutarla, pero sanamente, eviten quemar pólvora, chispitas o manipular cualquier tipo de pirotecnia sin la supervisión de alguien responsable.
Recuerden que la alegría de diciembre es la unión familiar, la novena, la natilla y los buñuelos; así que no hay excusa! Este 7 de diciembre pórtense bien y pásenla de maravilla. Digan desde sus hogares: ¡Si a la vida, no a la pólvora!