Carta al olvido

Despierto y me doy cuenta de que es un día más sin estar a tu lado, la tristeza me embriaga y me siento sin ganas de seguir adelante. Creo que no soy tan fuerte.

Intento pararme de la cama pero a mi cuarto solo lo rodean recuerdos, entonces la nostalgia se apodera de mi y quiero llorar, quiero salir corriendo a buscar eso que se fue, eso que me hace falta pero que también me hace daño; quiero salir a buscarte.

Y es entonces cuando tomo valor, cuando creo que es prudente dejar salir mi tristeza y mis sentimientos, y justo ahora cuando he tomado las fuerzas suficientes para salir adelante me detengo y reflexiono de nuevo sobre las cosas.

Olvido

Una vez más cierro mis ojos y lentamente me siento sobre una silla y suelto en llanto, necesito sentirme libre de tanto que me agobia pero salir a buscarte no es una buena alternativa, por lo que pienso que es mejor agarrar uno a uno mis recuerdos, esos que eran nuestros recuerdos y tirarlos al olvido, este es el lugar perfecto para ellos.

Entonces querido olvido, hoy solo voy a pensar en ti, en que quiero que te lleves lejos mis recuerdos y si es posible también mis sentimientos porque ahora que estoy triste me doy cuenta de que poco o nada sirve que estén conmigo.

Y si, no pienses que estoy loca, lo que sucede es que he decidido que te lleves todo olvido, llévate las canciones que juntos escuchamos, las miradas que nos hicimos, los besos que nos dimos y hasta las caricias que compartimos, ahora te pertenecen, es contigo con quien deben estar, en el olvido…

Finalmente frente al espejo seco mis lágrimas con sutileza y sonrío, pues sólo así puedo admirar mi belleza; en ese momento caigo en la cuenta de que los días no se acaban y mientras a ti te hecho al olvido, para mi la vida apenas comienza.

Autor: Lorena Rodriguez

¡Hola chicas! Soy Lorena, una futura Comunicadora social - Periodista y las estaré acompañando con artículos muy interesantes sobre los temas que mas nos atraen a las chicas de hoy.

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