Tomado del diccionario, la palabra dieta se define como «La cantidad de alimento que se le proporciona a un organismo en un periodo de 24 horas, sin importar si cubre o no sus necesidades de mantenimiento, en resumen es el conjunto de nutrientes que se absorben luego del consumo habitual de alimentos.
Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a la práctica de restringir la ingesta de comida para obtener solo los nutrientes y la energía necesarios, y así conseguir o mantener cierto peso corporal».
Hacer dieta no significa dejar de comer o sustituir de nuestra cotidianeidad los alimentos que más nos gustan, por el contrario: Una dieta está cargada de comida, comida sana y saludable que pueda ser consumida cada tres o cuatro horas aproximadamente permitiendo un mejor metabolismo al cuerpo.
Es importante realizar dieta en cualquier momento de nuestra vida para fomentar la buena salud y la vitalidad de nuestro cuerpo, pues cuando comemos alimentos ricos en vitaminas, proteínas y minerales la parte física se sentirá agradecida, especialmente si esto lo acompañas de ejercicio y excelentes hábitos de sueño y actividad corporal.
Un ejemplo de una buena dieta es iniciar el día con un vaso de avena en hojuelas, seguido de ello para el desayuno un par de huevos cocidos, café descafeinado, galletas integrales y un trozo de queso sin sal; un par de horas después un plato de fruta picada estaría bien.
Como almuerzo es bueno que consumas ensalada o verduras vaporadas, si deseas arroz integral y una porción de pescado o pollo sin grasa. Para el resto del día consume jugos sin azúcar, crema de verduras por ahí a las 5:00 p.m. de vez en cuando y luego de las 6:00 p.m evitar consumir cualquier tipo de alimento… Por último, elimina de tu dieta las golosinas, el arroz y pan blanco, los fritos y sobretodo el desorden alimenticio.