Quizá la decisión más difícil en la vida de una mujer es saber en que momento tener un bebé, pero aún más complicada resulta la idea de no querer tenerlo, peor aún cuando ya está dentro y es inevitable lo que ha de suceder; el índice de chicas que quedan embarazadas de un pequeño ángel a temprana edad o en las circunstancias que menos lo esperan, cada día es mayor y por ello no puede ser ignorada esta problemática pues aunque no nos toque personalmente nos afecta a todos, y más cuando a diario luchamos por igualdad de derechos y oportunidades, pues visto de esta manera, este resulta el acto más cruel y egoísta de todos.
Muchas son las mujeres que le temen a la responsabilidad de ser mamás y esta es la razón por la cual muchos bebés son abortados a diario en clínicas clandestinas o con remedios caseros que no sólo ponen en riesgo la integridad, sino la vida misma de quien lo práctica.
«Soy un ángel, déjame vivir» serían las palabras de ese pequeñín que estás pensando abortar, cuando en el mundo hay un sin número de familias que darían su vida por que llegara un nuevo miembro al hogar.
Las decisiones de la vida no son fáciles, y menos cuando comprometen tanto como lo es ser mamá, por esto les aconsejo que piensen muy bien cada paso que den, y si no están dispuestas a ser mamás, pues tampoco le quiten la posibilidad a un ángel de venir al mundo y ser portador de mucha felicidad.
Sin importar lo que suceda, un bebé siempre será una bendición, así que no pierdas tu vida intentando comprender porque llegó ese pequeñín, mejor piensa que ha sido el momento perfecto de sonreír y así te será más fácil afrontar esa pequeña pero gran responsabilidad.