Tengo 22 años y no sé cocinar

«A papá poco le importa, pero mamá insiste en que debo aprender… Alega todos los días diciendo que es indispensable saber como se hace un agua hervida, un huevo frito o por lo menos un simple arroz… Yo simplemente sonrió explicándole que ya se hacer esas cosas, es obvio no? Es lo básico…

Pero bien, no es del todo cierto; si sé que para hacer un arroz necesito dos cucharadas de aceite, un par de dientes de ajo, cebolla larga y un pocillo de arroz por dos de agua… ¿Sencillo no? Pero a quien le miento! Soy pésima con la sal, así que el arroz no me queda tan bueno, de hecho cuando intento malabares en la cocina y logro prepararlo el único que se lo come es mi papá y eso, creo que lo hace por el cariño que me tiene.

Fracaso al cocinar

Y bueno, del resto no hay mucho que decir, creo que lo mas arriesgado que he preparado ha sido mi propio desayuno y con vergüenza les confieso que como todas las mañanas cereales con leche.
Pero no es flojera, es que realmente no nací para cocinar, no tengo talento, no hay flow en mis manos… Prefiero vivir a ser intoxicada por mi propia comida.

Cabe aclararles que no estoy orgullosa de decirlo, me da un poco de pena admitir mi realidad, pero que se le hace si es la verdad.

Algún día le haré caso a mamá, no quiero llegar a vieja sin saber una buena receta para deleitarme un domingo, no siempre la Pizza y arroz chino son buenas opciones… También un buen ajiaco, un sudado o un rico asado podrían formar parte de mi menú.

Aprenderé… Estoy segura de que Aprenderé! No hoy, tampoco mañana, tal vez en unos años cuando tenga la necesidad de volar de casa comprenderé que no en vano mi mamá decía:

– Que triste es que toque mandar sin ni siquiera saberlo hacer; haber si no se comen la gallina con plumas».

Autor: Lorena Rodriguez

¡Hola chicas! Soy Lorena, una futura Comunicadora social - Periodista y las estaré acompañando con artículos muy interesantes sobre los temas que mas nos atraen a las chicas de hoy.

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