Quiérete tal cual eres, quiérete sin medidas, quiérete con tus virtudes y defectos. En ocasiones olvidamos que somos personales reales de carne y hueso en constante cambio y aprendizaje, olvidamos que cometer errores es parte del proceso, que equivocarse en alguna decisión forma parte del aprendizaje.
Y vaya que si somos jueces severos con nosotros mismos, algo que no es tan lógico. Esa misma percepción de si misma nos limita o nos ayuda a trascender, resulta ser tan importante que no alcanzamos a dimensionar. Por ello hoy quise retomar este tema, el quererse o no quererse se refleja en la mirada, en la expresión corporal, cuando te quieres, aprendes a conocerte, a aceptarte y a ser feliz.
Pasamos la vida lamentándonos y culpándonos por cada cosa que hacemos «mal», muchas de estas situaciones juzgadas por la sociedad como ser madre soltera, como no tener una padre responsable y un sinnúmero de situaciones que definitivamente nos hunde sino sabemos como tomarlas, te preguntaras a que viene esto con el tema en cuestión, pues te digo que mucho porque cuando te quieres tal cual como eres aprendes a ser feliz y a afrontar la vida con otra perspectiva, porque ser feliz no es cuestión de nuestro entorno y las situaciones que vivimos, ser feliz es nuestra decisión.
Si nos queremos así mismo, nuestra autoestima sera genial, y de la misma manera tendremos éxito en las cosas que hagamos a diario porque no tendremos limites al mostrarnos como somos, no nos detendremos por miedos y crearemos la mejor versión de nosotros mismos.
Querernos es seguir por la vida descubriendo nuestros puntos claves o potenciales para desarrollarse, es aprender a identificar aquello que debemos cambiar, es vivir día a día sin regirnos a los comentarios de los demás, es ser responsables por cada decisión que tomemos, es ir tras nuestros sueños sin importar lo que tengamos que afrontar, por ello aprende a quererte tal cual eres.