Y aunque es tormentoso despertar todos los días temprano, sería menos trágico hacerlo si nos acostaramos la noche anterior un poco más antes de lo que generalmente lo hacemos, pues el cuerpo necesita descansar lo suficiente para despertar con energía al día siguiente.
«Que no sonó la alarma», «que cinco minuticos más» o simplemente que «mañana si lo haré», son parte de las excusas que tenemos para justificar que no queremos salir de la cama sin darnos cuenta de las muchas ventajas que trae madrugar, no solo para agilizar los quehaceres diarios y la búsqueda de los sueños, sino también para tu salud, pues aunque dormir es saludable y delicioso, resultan mucho más beneficios de una vida activa, no tan sedentaria como fuese si estuviéramos todo el día abrazado a morfeo.
Además de esto, entre las ventajas que tenemos, debemos mencionar que madrugar o despertar a la hora indicada no debería ser un requisito de trabajo o estudio, por el contrario debería ser un gusto pues así el día te rendirá mucho más y las 16 horas que por ley mantienes despierto las podrías aprovechar de la mejor manera.
Así mismo, la energía con la que inicias tu día es única! No basta sino con abrir los ojos para empezar a apreciar las bondades de la vida que en definitiva sólo se valoran con los ojos abiertos.
Y bueno, finalmente hazlo porque es importante darle un buen uso a cada segundo que transcurra de tu vida, no pierdas el tiempo mirando hacia los sueños, es mejor que lo inviertas en lo realmente importante, persigue tus ideales que desde que estés vivo todo lo que imagines con los ojos cerrados podrás lograrlo mientras los tengas abiertos. Si bien no es en vano el adagio popular que dice «Al que madruga, Dios le ayuda».
