Es difícil entender que se acaba el amor, y más cuando nos hemos prometido tantas cosas maravillosas, teníamos sueños e ilusiones, pero ahora creo que no vale la pena cumplirlas pues yo ya no siento lo mismo por ti; creo que las mariposas murieron dentro de mi estómago y sin ni siquiera saber que fue lo que las mató siento que con ellas se fueron mis más profundos deseos de construir una vida a tu lado.
No lo planee, simplemente sucedió, sucedió que dejaste de ser mi prioridad en la vida, dejaste de hacer latir mi corazón, me abandonaste y tal cual tu lo hiciste, también lo hice yo, pero no fue intencional, a veces las cosas suceden sin darnos tiempo de caer en la cuenta de lo que ha pasado, y ahora ya es tarde para recuperar lo que desde hace un par de meses venía agonizando.
Tal vez la distancia, las mentiras o simplemente el viene y va de la monotonía destrozaron lo que yo sentía, te amaba, y te amaba con el alma pero no eres lo que yo espero, ya no quiero compartir mi vida contigo, y no eres tu, tampoco yo, es simplemente que ya todo se acabó… Espero algún día comprendas que soy una buena mujer, que prefiere hoy ser sincera a verte sufrir por su capricho.
Me cuesta alejarme porque la costumbre sigue viva, pero tengo que hacerlo, tomar la decisión no es fácil pero si es necesario, o eres tu o soy yo pero alguno de los dos tiene que sufrir y prefiero que te duela a ti por un momento a que me duela a mi toda la vida, no te mereces engaños y yo no merezco decirme mentiras… Ambos merecemos felicidad aunque no estemos juntos, aunque esto termine al final.