Si bien, tener un bebé no es tarea fácil, ¿Qué te hace pensar que criarlo lo es? Pues bien, he aquí algunas recomendaciones que sé te van a interesar y más aún si eres madre primeriza.
Desde que te enteras de que dentro de tu vientre está creciendo una vida, todo en ti cambia, tu cuerpo, tus gustos, tus prioridades, y no es para menos, pues cuando un bebé toca las puertas de nuestra casa no se conforma sólo con ello sino que también toca las de nuestra alma y nuestro corazón.
Durante el embarazo es necesario acudir a todas los controles, vacunarse y estar al día en las comidas; con respecto a eso, no es recomendable que comas el doble a lo acostumbrado, por el contrario, debes comer igual en cantidad pero mucho más saludable, pues lo que consumas será el reflejo de la salud de tu pequeño.
Al momento del parto, es importante que no tengas nervios, háblale mucho al bebé, procura caminar durante el periodo de gestación y sobretodo tener todo listo para ese gran día, entre más tranquila estés, más rápido lo tendrás en tus brazos.
Finalmente, cuando ya haya nacido, debes saber que no hay porque dejar que lleguen las visitas de buenas a primeras a casa, tampoco es bueno permitir que personas ajenas a tus familiares de primer grado carguen al pequeño o le tomen fotografías; podrá sonar molesto y un tato engorroso esto pero la gente que te rodea debe entender que un bebé es un ser indefenso y sobretodo frágil que necesita ser cuidado por encima de todo.
No olvides que lo principal es mantener controles constantes para ti y para el nuevo integrante, así mismo no creas que solo es «palabra de Dios» lo que dicen los médicos, por el contrario, escucha también los consejos de las abuelas, que ellas siempre son muy sabias, especialmente en estos casos.
Todo se va aprendiendo en la medida en que pasa el tiempo, así que no se desesperen, lo que hoy es sacrificio, mañana es recompensa.
