Se acerca el día y muchas de nosotras aún no conocemos el verdadero significado de la Navidad… Cuando somos niñas nuestros padres nos enseñan que es época de luces, árboles, pesebre, novenas, regalos, buñuelos y natilla, por lo tanto crecemos pensando que esta fecha del año solo denota lo material, sin ni siquiera imaginar que detrás del 24 de diciembre hay mucha fantasía, mucha magia, mucho amor que no solo se encuentra en los obsequios que nos dan, sino que hay otras maneras de disfrutar de ello.
La Navidad generalmente es para compartir en familia, es empezar a desenredar las luces desde los últimos días de noviembre, es disfrutar del 7 de velitas, armar el pesebre, vestir el árbol y hacer cuenta regresiva para las novenas… Ir a donde los vecinos al rezo, sonreír porque doña Rosita repartió ponquesitos o porque alguien se equivocó mientras cantaba los gozos y eso, eso es felicidad.
Sin embargo, lo anterior no lo es todo en Navidad, hay cosas ajenas a la familia y al hogar que se pueden disfrutar en la época más linda del año, como por ejemplo escoger algunas de nuestras prendas, las que menos utilizamos y hacer una donación con ellas para otras niñas que mueren por estar a la moda pero no cuentan con los recursos, realmente ellas lo agradecerán… Por otro lado, a parte de una muda de ropa o lo que tengas para regalar, puedes escoger un par de juguetes que ya no te interesen, total todas dejamos de ser niñas algún día y podemos donar nuestra infancia a otros pequeños que no pueden sonreír por falta de recursos para estos regalitos.
Y bien, si no deseas regalar tus cosas y crees como yo que los menos favorecidos necesitan estrenar, tomar en sus manos juguetes nuevos, unos pasabocas y mucho amor de tu parte, entonces junto a tus padres o tus amigos recoge una cuota y con ella compra los obsequios que alcances para los más necesitados… Puedes llevarlos a una fundación o darlos a tus conocidos, total en Navidad todo se vale y lo más bonito de esta época es que todos tus actos buenos, te los paguen con una sonrisa.