Es normal que como cualquier ser humano sintamos molestias, inconformidades o malgenio por cosas que sucedan a nuestro rededor, lo que no es bueno es que permitamos que dichas situaciones nos controlen, pues esto puede llegar a ser tan nocivo que en muchos casos puede acarrear hasta tragedias.
Cambiar lo que sentimos, eliminar las malas circunstancias o huir de la realidad resulta imposible, sin embargo podemos controlar estas emociones encontradas, y más aún cuando transformadas en ira buscan dañar a otras personas, pues en este caso sería peligroso, tanto para nosotras mismas como para quienes están cerca.
Por lo anterior, es importante conocernos pues sólo nosotras sabemos en que momento lo que sentimos se sale de control, afrontar la situación es la mejor manera de controlarla; no dejarnos llevar por el mal ambiente es un buen comienzo para generar tranquilidad interior, así mismo, se aconseja practicar Yoga, ejercicios de meditación, tomar buenos hábitos de lectura, dormir bien y si es posible iniciar la práctica de algún deporte, esto con el ánimo de que se pueda descargar toda la energía tanto positiva como negativa que tenemos acumulada en actividades enriquecedoras; de no ser viable lo anterior, lo que puedes hacer es respirar profundamente desde el diafragma, pues si lo haces desde el pecho no se relajará.
Cuando sientas que estás siendo dominado por la ira, reacciona… Es necesario que consultes con un especialista para que te ayude a controlarla, no esperes hacer cosas de las que luego te arrepientas por no tratar a tiempo un mal que si tiene cura…
Por último, aconsejo mucha tranquilidad en el diario vivir, dormir bien y despertar feliz para iniciar el día es una excelente táctica para manejar la ira y el estrés, permitete a ti misma vivir rodeada de serenidad y armonía y ya verás como tu salud, tu familia y tu cotidianeidad lo agradecerán.
