«No entiendo porqué quieren abandonarme cuando lo di todo por ustedes, desde que supe de su llegada a cada uno le preparé el mejor ajuar, pedí al cielo por su vida y sonreí porque al verlos me alegraron la mía…
De pequeños vi como lloraban por su mamila y calme su llanto mientras mamá los atendía, estuve atento de sus primeros pasos, celebramos cumpleaños y Navidad a su lado y no entiendo ahora como fue que lo olvidaron.
Fui quién los acompañó a su primer día de escuela y paciente esperó su regreso a casa, vi como crecían y se alejaban pero yo seguía queriéndolos como la primera vez, es la ley de la vida y cada quien busca su propio camino cuando le llega el momento…
Salté de dicha cuando supe del nuevo miembro de su familia, la alegría me invadió al conocerlo pues más felicidad que un hijo es tener un nieto y yo gracias a ustedes ya tenía esa dicha… Siguió pasando el tiempo y los niños ya no eran tan niños, crecieron… Y sin siquiera darme cuenta, cambiaron; cambiaron ellos, cambiaron ustedes, cambió la vida.
Hoy desperté con nostalgia de encontrarme sólo, en una casa rodeado de mucha gente pero sólo. Mi familia me abandonó, lo sé, estoy viejo pero les di toda mi juventud, que esperaban?
No se que esperaban ustedes, pero si se lo que esperaba yo… Y esperaba que estuvieran conmigo hasta el último momento, pero ahora veo que no será así… Estoy muerto en vida, nadie viene a visitarme pero seguramente el día que muera de verdad todos recordarán lo bueno que fui y llorarán en mi sepelio, sin ni siquiera darse cuenta de que ya no vale la pena, ya no podré verlos ni escucharlos, yo los necesito ahora que estoy vivo… ¿Por qué me abandonaron?
