El milagro de la dulce espera…

«Después de un diagnóstico desalentador que daba como resultado un aborto espontáneo todas nuestras ilusiones se vinieron abajo… Aunque a decir verdad la espera fue corta, los síntomas pocos y el resultado de la prueba negativo, por lo que no nos afectó mucho el hecho de haber perdido algo que no habíamos podido conocer.

Sin embargo los síntomas persistieron: el dolor de cintura, el aumento del tamaño de los senos, las constantes nauseas -en especial después de comer- y sobretodo la ansiedad de tener un bebé; a lo que los médicos llamaron psicología y decidieron catalogar como una dificultad para asimilar la perdida del pequeño.

Así pasaron los días y la espera me debilitaba, por lo que decidimos escuchar un nuevo diagnóstico de un médico diferente, no sin antes pasar por el laboratorio a tomar unos exámenes de sangre. Al recoger los resultados la angustia se apoderó de nosotras, pues los resultados arrojaron un positivo imposible que nos hacía pensar que había algo mal, por lo que decidimos remitirnos a urgencias sin mucho que pensar.

Empezamos la espera más dulce de todas

Al llegar a la sala de espera y mirar la soledad de los pasillos, entendimos que era el día perfecto para acudir al doctor; en menos de 15 minutos ya el médico había hecho su llamado y poco tiempo después ya había ordenado lo que tocaba hacer… Sangre, orina y un ultrasonido fue lo mandado para descartar un aborto incompleto, una falla hormonal o cualquier otra cosa extraña que pudiera presentarse…

La ansiedad me estaba matando, no sabía nada de lo que adentro estaba pasando; los minutos pasabas y se convertían en horas mientras yo seguía rogando a Dios una buena respuesta para tanta incertidumbre. 9:25 a.m. por fin los exámenes estaban listos, ella, llena de nervios inclinó su cabeza para llamarme, así que entré y le pregunté que había pasado mientras ella sin decir palabra soltaba en llanto y me hacía sentir revolcones en mi panza; la abracé, se tranquilizó y finalmente entendí que sus lágrimas eran de alegría.

Acaba de enterarse de que inexplicablemente va a ser mamá, mientras yo solo cierro los ojos, miro al cielo y suspiro diciendo: Es un milagro, aquí empieza nuestra dulce espera.»

Autor: Lorena Rodriguez

¡Hola chicas! Soy Lorena, una futura Comunicadora social - Periodista y las estaré acompañando con artículos muy interesantes sobre los temas que mas nos atraen a las chicas de hoy.

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