Hay personas que son más tolerantes que otras, hay otras que no lo son y en ocasiones el ser humano tiende a chocar con otros, ya sea por disgustos, desacuerdos o situaciones incómodas que se presentan a diario.
No todas las personas pueden ser compatibles entre sí, eso tiende de cierta manera a generar discordia y crear diferencias entre ambas partes. Todos quisiéramos vivir en un mundo de relaciones armoniosas en donde todos se llevan bien, pero lamentablemente este no existe y tenemos que aprender a respetar el pensamiento de las personas y su forma de ser para evitar conflictos y el pasar un mal rato con alguna situación en la que quedemos en alguna posición errónea ante la sociedad, pero ¿qué hacer si alguien nos cae mal?
Cuando estamos en presencia de ese tipo de personas tenemos tendencias a perder la cordura, muchas veces nos invaden las mala emociones, en ocasiones queremos expresar lo que sentimos a esa persona y por lo general terminamos haciéndolo de mala forma.
Lo ideal en estos casos es evitar discusiones con la persona a la que no pasamos e ignorar el comportamiento que nos disgusta de la parte, si evitamos altercados y encontrones, esas emociones perjudiciales que tenemos en nuestro interior hacia ese ser humano irían desapareciendo, nos estaríamos alejando de un problema y con el paso del tiempo se nos iría olvidando todo, pero por otro lado también debemos tener en cuenta que esa persona que nos disgusta también puede realizar acciones que nos inciten a nosotros a actuar de mala forma, pueden provocarnos, ¿qué debemos hacer en ese caso?
Es diferente evitar un conflicto cuando somos nosotros quienes estamos motivados a iniciarlo por algún disgusto, pero ya es muy diferente el hecho de que esa persona realice acciones intencionadas hacia nosotros. En estos casos lo ideal es enfrentar a la persona sin intención de agredirla, recurrir al diálogo sin más, porque tampoco debemos permitir que se nos afecte de ninguna manera, tener control de la situación y ser inteligentes a la hora de expresarnos, pensar y tomar decisiones de manera prudente para que se nos permita llegar a una conciliación.