«Todo comenzó con una mirada, luego eso fue más allá a un saludo, y aún cuando no había confianza se nos salió una sonrisa; una hermosa sonrisa que sería el inicio de una relación larga e irrompible, simplemente porque ese día nos daríamos cuenta de que eramos el uno para el otro. Cuando me enamoré, supe que ese amor me llevaría a la locura. Pues era una mezcla de sentimientos tan grata y admirable que me dejaba sin palabras… »
Generalmente cuando encontramos a esa persona ideal y nos corresponde, entablamos más que una relación seria, pues del noviazgo pasamos a ese segundo plano que es la convivencia, ya sea por unión libre o con votos matrimoniales, y muchas veces con planes de progreso a futuro que desde el primer día, no incluyen un bebé; y es entendible, pues tener hijos es tener más responsabilidades, necesitar más dinero y sobretodo, saber que una vida depende de la tuya para ser feliz, por lo que muchas veces es mejor esperar un poco y planear el momento adecuado para tomar la decisión.
Pero bien, aún cuando ha sido un común acuerdo entre las dos partes, llega un momento en el que a nosotras se nos despierta el instinto maternal que tenemos y sonreímos de solo pensar en que sería de la casa si un pequeñín corriera sin parar por todos los lados, y sí, sin darnos cuenta por la mente nos pasa la idea de que queremos un bebé.
Y bueno, realmente el problema aquí no es eso, sino como decirle a nuestra pareja que estamos preparadas para «encargar» un muchachito, sin que piense que esto va a ser obstáculo en la relación, es entonces cuando tenemos que usar todas nuestras técnicas de seducción para empezar por el lado amable a insistirle en cariñitos y cuanta cosa se nos ocurra, para finalmente decirle que creemos que es momento de formar una familia.
En primera instancia, puede que tu esposo no lo tome como lo esperabas, pero es razonable, pues muchos hombres le temen a esta gran y hermosa responsabilidad, es cuestión de tiempo para que se convenza, igual deben tener en cuenta que desde que decidieron unir sus vidas, estaba casi que agendado el nacimiento de un pequeño, así que no es mala la idea de hacerlo realidad.
Ser padres debe ser una decisión conjunta, así que no importa si crees que tu esposo no va estar de acuerdo, es mejor que lo consultes con él, no te embaraces sin contar con su aprobación, pues esto en vez de mejorar podría estar empeorando las cosas.
Un hijo siempre es una bendición, confía en esto y sé feliz.