La actualidad se ha visto empañada por un gigante que ha querido arrasar con todas las buenas costumbres que social y familiarmente teníamos, haciéndonos olvidar lo simple y valioso que en su momento nos hizo sonreír.
Creo que muchos nos identificamos con lo mismo, pues de una u otra manera a todos nos tocó la era del Internet, dicha época que llegó para quedarse, aún sin pretender que todo sea negativo, podemos decir que todo tiempo pasado fue mejor…
Las sonrisas, las peleas, los juegos entre hermanos… El sube y baja, la guerra de almohadas y el pre infarto que ocasionaba jugar a «la gallinita ciega» cuando era a ti a quien le correspondía taparse los ojos…
El grito de mamá para que entrara a casa a comer, las cosquillas con mi hermana que terminaban en tirones de pelo y pellizcos, las escondidas y el turno para jugar en la pequeña consola que había en casa…
Que bonito era hacer las tareas con mamá, recortar y pegar de las revistas viejas, poner un frijol en un frasco con agua y algodón esperando que germinara o simplemente que papá nos leyera un libro antes de dormir; ahora todo ha cambiado.
Todo tiempo pasado fue mejor, en especial cuando compartíamos pequeños detalles con nuestra familia, no eran grupos de whatsaap como ahora… Antes las fotos se podían mostrar en álbumes a la visita, la hora del almuerzo era la hora familiar y el domingo era para compartir…
El internet, la computadora y el celular facilitan tu vida, te acercan a tus artistas favoritos, son herramienta de conocimiento, pero si no sabes usarlos bien… Terminan alejándote de tu vida real y de lo más importante: Tu familia.
Así que valora la era digital, pero valora aún más los momentos especiales con tus seres queridos… Pues cuando ellos se hayan ido, ninguna aplicación podrá traerlos de vuelta.
