El temor de muchos de nosotros es no saber cómo enfrentar nuevos roles de nuestra vida, como lo es el caso de ingresar a una nueva escuela, en donde no sólo cambia el ambiente escolar, sino que por obligación cambian los compañeros y amigos, y eso es lo que nos parece más tormentoso.
En primer lugar, es importante saber que una nueva escuela no te limita ni como estudiante ni como persona, por lo que estás en tu libre derecho de opinar, participar en clase y sobretodo darte a conocer como el estudiante que haz venido siendo en los últimos años.
No trates de impresionar a nadie, pero tampoco finjas timidez delante de los otros, se como eres sin medirte frente a los demás, pues sólo tú puedes ganar nuevos amigos y nuevas experiencias por tu forma de ver la vida y no por complacer a los demás.
La esencia de la escuela no son las tareas, sino los momentos que disfrutas allá! Así que no pierdas el tiempo hablando de tu escolaridad anterior o tus viejos amigos, al contrario procura conocer nuevas personas y así dejarás rápidamente de extrañar a quienes ya no hacen parte de tu círculo académico.
No te contengas de participar activamente en las clases, o de hacer preguntas cuando lo necesites pues recuerda que para eso te inscribiste, para ir a aprender y a construir cada día mejores y más grandes conocimientos; la escuela es apenas el primero de muchos escalones de nuestra vida, el primero de el sin fin de logros que alcanzaremos para ser mejores personas y profesionales en un futuro.
Por último, recuerda que si te cambian de escuela no es el fin del mundo, pues aunque sea odioso al principio, luego te darás cuenta de lo provechoso que resultan las nuevas amistades, el conocimiento y las nuevas experiencias.