Uno de los sueños más importantes en la vida de una mujer es poder traer al mundo a otro ser, y darle vida a la personita que cambiará por completo sus días y por ello a veces se equivoca en el papel de ser mamá.
Cómo ser mamá no es una suscripción a una revista, ni viene en un vídeo junto con tu bebé, por el contrario es algo que no puedes aprender sino en la práctica y que únicamente entenderás el día que por ti misma empieces a jugarte el papel más importante de tu vida, ese de criar a tus hijos.
Cuando tienes un hijo, sientes que por dentro el corazón se te va a reventar, pues es una sensación tan hermosa que resulta ser indescriptible ante los ojos de aquellos que aún no la han sentido, y es por esta misma razón que a veces fallamos en la manera de enseñarles lo correcto y lo que no y terminamos malcriando los pequeños, cosa que al pasar el tiempo no solo se convierte en nociva para ellos sino también para nosotros.
Un niño malcriado no solo hace berrinche cada vez que se le antoje o se tira al piso haciéndote quedar mal con el resto del mundo, sino que también crece con actitudes tan odiosas que después de cierto tiempo no se van a poder quitar, sino que quedarán con él por el resto de su vida, cosa que no puedes permitir de ninguna manera.
Cuando empieces a ver las primeras pataletas de tu hijo, no dudes en reprenderlo, y reprenderlo no es solo tomar una correa y golpearlo, sino también hablarle fuerte y enseñarle que cosas son o no son buenas; no está mal de vez en cuando una palmada que no lastime, pero si que se acerque a lo que le quieres dar a entender, no es maltrato que le enseñes a tu pequeño a comportarse… O es qué acaso a ti tu mamá no te enseñó a ser una persona de bien con sus métodos de crianza?
Ten en cuenta que si te dejas tomar ventaja, los niños estarán dispuestos a ser tu peor pesadilla, mientras que si te das tu lugar y te ganas su respeto sabrán quien es el adulto y tomarán el buen ejemplo a seguir en su vida cotidiana.