Uno de los trastornos del sueño que más nos marca en algún momento de nuestra vida es este, y se manifiesta de distintas maneras: Como tal el insomnio es la dificultad para poder dormir, pero no solo sucede cuando vamos a la cama y no logramos pegar los ojos, sino que también puede manifestarse durante la noche, cuando mientras dormimos de un momento a otro despertamos, ya sea de manera precoz o por lapsos de 30 o 45 minutos que bueno o malo resultan haciendo parte del mismo trastorno. Entre sus causas tenemos:
1. Preocupaciones: La causa número uno del insomnio sin lugar a dudas son las preocupaciones, pues generalmente cuando algo te agobia no puedes dejar de pensar en ello, ni siquiera en el momento de dormir, por lo que sueles despertarte durante largos lapsos en la noche o sencillamente que no puedas conciliar el sueño desde el momento en el que te acuestas.
2. Tristeza: Cuando te encuentras demasiado triste es difícil que duermas, si bien, podrías llorar hasta que se cierren tus ojos, si tu tristeza es tan grande y el dolor que sientes no te permite avanzar, seguramente estarás en medio de la noche despierta, imaginando lo que sería de ti si no te sintieras tan mal.
3. Estrés: El estrés del hogar, las cargas académicas o laborales suelen ser factores que te quiten el sueño; crees que tienes tanto por hacer que tu cerebro busca un espacio para que sigas funcionando, para que trabajes y sobretodo para que te esfuerces de sobremanera en la cotidianeidad.
4. Enfermedad: Por causas médicas como trastornos de ansiedad, depresión o esquizofrenia suele aparecer el insomnio, según el tiempo de evolución podría ser temporal o convertirse realmente en un problema crónico.
5. Ambiente: Por los turnos pesados en el trabajo, viajes interoceánicos o cambios bruscos en el entorno, tu sueño podría verse afectado. No siempre el cansancio te hace dormir, a veces te sientes tan agotada que ni siquiera eso puedes hacer con exactitud.