Cuando estamos en la escuela y empiezan a gustarnos los chicos mucho más de lo normal, entramos en el vaivén de pensamientos, como por ejemplo esos acerca de la «virginidad» en donde no sabemos si es viable hacerle caso a nuestra razón frente a lo que en casa nos han enseñado a lo largo de nuestra vida, si seguir al corazón y a las emociones que estamos empezando a sentir en ese momento o si finalmente ponerle atención a los consejos de nuestras amigas, quienes creen y aconsejan que es preferible «quedarse con la culpa y no con las ganas» y así dejarnos llevar por la situación.
Por eso el motivo de este artículo, porque sé que en algún momento te has preguntado cuándo es la edad perfecta para perder la virginidad, así que yo te lo responderé.
Para empezar, no existe un término de edad para que pierdas tu virginidad, sería ilógico decir que a los 15 o a los 18 años cuando no puedo hablarte desde mi forma de ver la vida, pues todas tenemos una concepción diferente de los chicos y la sexualidad, así que lo único que puedo aconsejarte es que por lo menos esperes a cumplir más de 16 años, pues tal vez no será el momento perfecto, pero por lo menos a esa edad ya serás un poco más madura y consciente de lo que vas hacer, por lo que seguramente lo harás no solo con ganas, sino también con mucha responsabilidad.
Recuerda siempre que la primera vez no solo debe ir de la mano con el amor y las ganas, sino que debes hacerlo con el pensamiento firme de que realmente es lo que deseas y teniendo en cuenta que a partir de ese día la decisión ya está tomada y no puedes andar a la ligera por la vida «disfrutando» indiscriminadamente de tu sexualidad, por el contrario, debes saber que este es el primer paso a una vida llena de complicaciones, que debes estar alerta para no ir a quedar embarazada, para no contagiarte de ninguna enfermedad y sobretodo para no permitirle a ningún chico que te convierta en su juguete, pues una vez pierdas tu virginidad no quiere decir que pierdas tu valor, por el contrario, ahora es cuando eres más mujer que nunca.
