«Tengo tan solo 16 años y ni siquiera he terminado de estudiar, es mucho lo que me falta por vivir, es inmenso el camino que debo recorrer y no me voy a rendir, tengo muchos sueños en la vida y metas para cumplir que no voy a dar marcha atrás con mis planes.
Todo va según lo he planeado, el chico con el que estoy saliendo esta feliz a mi lado y ya tuvimos nuestra primera vez que por cierto fue inolvidable! ¿Qué mas le pediré yo a la vida?
Ay! Me duele, por un momento me retuerso en la cama por un fuerte dolor en mi panza, tal vez porque no he comido bien estos días, todo a causa de esos molestos mareos y la flojera que me da andar saliendo de la cama…
¿Qué? Fui al chequeo general que me programó mamá y resulta que el médico afirma que estoy embarazada… Creo que está loco, no se como puede decir eso, ni porque no me hubiese… ¡No puede ser! No me cuidé, está en lo cierto entonces este señor.
Como era de esperarse este chico precoz ha huido de la noticia y si algo me han enseñado mamá y papá es a que debo afrontar las responsabilidades, así que pondré la cara yo misma. Porque si fue madura para hacerlo, también lo seré para mantenerlo.
Tengo 16 años, y un mundo por delante, mis planes han cambiado y hasta retrasado un poco pero todo vale la pena cuando es la vida de un inocente la que esta en juego, afrontar la decisión de ser mamá es ser valiente, valiente para permitir que nuestra vida se acomode al antojo del nuevo chiquillo que viene en camino»…
Ser mamá es tomar una decisión radical que no solo te afecta a ti sino a los que te rodean, pues muchos se reirán de ti, otros te juzgarán y muy pocos te apoyarán… Aún así no importa, recuerda que un hijo siempre es una bendición que te hará el camino más difícil pero muchísimo más feliz.