«Y es que no es tan fácil, la monotonía de la relación se ha encargado de que yo le pierda el interés, su empeño por trabajar, mi empeño por disfrutar… La vida se nos está pasando en esperar a que tanto el uno como el otro tenga tiempo para compartir y sin darnos cuenta la llama se está apagando. No puedo asegurar que la suya esté al borde de la extinción, pero con firmeza puedo indicar que la mía, sí.
Y bueno, eso de la llama es entendible, y diría que le pasa a cualquier relación en el momento menos pensado, y para ello existen reencuentros en donde se fortalecen de nuevo esos lazos y está bien, supongo… Pero este no es mi caso, en mi caso creo que esa chispa que antes me tenía muy enamorada ya no volverá a estar presente, o por lo menos no con la misma persona… Pues aunque tengo novio y siento que lo quiero mucho, me gusta alguien más.
Y es que no se en que momento sucedió todo, pero siento que por dentro volví a nacer cuando empecé a sentir como nuevas mariposas sobrevolaban mi interior, mariposas locas que me hacían recordar a diario lo bonito que se siente que te guste una persona.
Lo veo y olvido por un instante que tengo un compromiso, un compromiso de años, que le di mi palabra a mi novio de amarlo toda la vida y que algún día me casaré con él, y tristemente él sin sospecharlo, cada vez que tiene tiempo disponible para mi, me abraza y me repite cuanto me ama, a lo que yo ya no puedo contestarle que yo también.
Es difícil encontrarme en esta situación, porque no se que hacer… No se si seguir adelante con algo que a simple vista ya no me hace feliz, o correr detrás de una ilusión que quizá no tenga ningún tipo de fundamento y así como de la nada llegó, que de la nada se vaya. Ojalá fuera un poco más valiente para afrontar mi realidad y ser sincera con mi novio para decirle que aunque me agrada su compañía nada es como antes y me gusta alguien más».