Uno de los alimentos más completos es sin duda alguna la leche, pues es fuente de calcio, fósforo, magnesio y proteína esenciales para el óptimo crecimiento y desarrollo especialmente de los niños que deben consumirla desde el momento de su nacimiento y generalmente por toda la vida, pues de principio sirve para la nutrición y finalmente en la edad adulta termina fortaleciendo los huesos de quien la consume con regularidad.
A lo largo de algunos estudios, la ciencia ha encontrado que el consumo de leche ayuda a prevenir y combatir muchas enfermedades, entre ellas el cáncer, la osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y obesidad… Es mito que la leche engorda, pues si bien posee grasa, es una grasa natural, que a pesar de que aporta calorías, también brinda grandes índices de energía que de ser usados correctamente te liberarán de lo que haz ganado por la mala alimentación.
Remedios tan caseros como tomar leche extremadamente fría para aliviar una posible intoxicación o hervirla con ajo y otras hierbas para convertirla en purgante son solo una pequeña muestra de lo mucho que podemos hacer con este alimento, que tomado en distintos momentos del día nutre, sacia y sobretodo anima el día a día. Frente a las etapas de la vida donde la leche se convierte en un alimento esencial están la embarazo, para los recién nacidos, algunos jóvenes activos y sobretodo adultos mayores, quienes son los que necesitan con más urgencia una fuente de calcio para evitar enfermedades en los huesos u otras de carácter crónico que pueden llegar con la edad.
Para la anemia es excelente, para el aporte de hierro, el desarrollo del cerebro, las funciones motoras y otra serie de menciones, la leche es un alimento indispensable que independientemente de que sea tratada y deslactosada sigue teniendo las mismas propiedades, lo único que varia es en la cantidad de calorías que le está aportando al cuerpo.