El estado de ánimo de las mujeres varía con mucha facilidad y nuestro ciclo hormonal influye muchísimo… Hay momentos en los que quisiéramos que el mundo viniera hacía nosotros para agarrarlo con las dos manos y sentir que somos sus dueñas, sin embargo hay otras ocasiones en las que la vida nos parece patética, las noches más cortas y los días eternamente largos, por lo que sentimos que nada vale la pena y preferimos encerrarnos en nuestro cuarto, con audífonos y quizá un buen libro para dejarnos abrazar de la soledad.
Sin embargo, no siempre las emociones se nos presentan por la regulación de hormonas, sino que pueden verse afectadas por terceros que comúnmente opinan sobre nuestra vida, siendo en ocasiones hasta hirientes en lo que tratan de decir, en especial si a nuestra apariencia física se refieren, en especial cuando a alguien se le ocurre llamarnos Gorda.
Estar «gorda» tiene muchos factores de influencia, puede ser por enfermedad, falta de cuidado personal, estrés, ansiedad por la comida y hasta falta de sueño, pues todo lo anterior nos desordena por dentro y nos hace comer en exceso y poco a poco nos vamos poniendo un poco más acuerpaditas; sin embargo no siempre es descuido, por lo que no podemos ofender a nadie diciendo de manera despectiva que no está tan flaca como lo muestran los prototipos comerciales.
Cuando le llamas gorda a una mujer, no solo le ofendes sino que la haces sentir inferior, afectas su autoestima y contribuyes a muchas de las decisiones que termina tomando en un momento determinado, además de ello, no todas eligen tener su cuerpo un poco más proporcionado, algunas simplemente lo heredaron de su familia y por contextura no pueden ser tan delgadas como quisieran pero no por eso se consideran feas o poco interesantes, por el contrario, son hermosas, y deben aprender a querer su cuerpo y su vida tal como es.
Estar gorda realmente no es sinónimo de comida, los factores son infinitos, pero como siempre lo asociamos a esto, nos resulta fácil dejar de comer, vomitar o sencillamente empezar tratamientos que no nos permitan digestar correctamente, lo que en muchos casos termina en enfermedades gástricas y hasta la muerte, pues no todas las mujeres que se dejan afectar psicológicamente por los malos comentarios pueden salir adelante, sino que se quedan en el círculo de querer ser parte del prototipo de belleza para ser aceptadas. Por esto y mucho más es que debemos ser más cuidadosas con nuestras palabras y antes de llamar gorda a una chica pensar en cuanto se esfuerza por ser aceptada, cuando tardó en enamorarse de si misma y sobretodo cuantos defectos tenemos nosotros como para sentirnos jueces y opinar de los demás.